Esto ya es el máximo para cualquier fetichista de pies y esclavo financiero. Jenny nos ofrece ambas cosas de la forma más sensual y humillante. No se cómo se lo monta esta chica que siempre sabe entrelazar cosas tan opuestas como el placer y el dolor, la humillación y la sensualidad…y en este caso, el fetiche de sus bonitos pies con la esclavitud financiera. Por algo és una chica muy reclamada en Alemania, porque todos quieren dar sus pertenencias a una chica que no se encuentra cada día, una morenita especial que puede llegar a invadirte pero a la vez envenenarte (y no me refiero al escorpión que tiene en casa). En definitiva, una chica que merece la pena conocerla, porque todos los que ya la conocen sabrán que no exagero.
