Escribo mi primer artículo sobre Lady Gold, pero probablemente no sea el último. Su nombre de Mistress deja poco lugar a las dudas de lo que puede dedicarse esta Ama financiera. Con un gran tipo y un cuerpo de diez, esta chica sabe combinar muy bien su vestimenta de Ama con cuero y/o látex, siempre con las botas más adecuadas e impactantes…Esta chica tiene una gran habilidad para persuadir.
Este podría ser el colmo de la humillación. Una chica tan guapa que debes pagarle 10 pavos por cada lapazo que te suelta a la cara. Esta Ama financiera suele tomar a sus esclavos por escupideras. Si realmente no es lo que buscas, es mejor buscar otro tipo de contenidos…
Hoy un esclavo financiero está de suerte. La suerte es poder acompañar a Princess Jenny a un tour de compras. Ella sabe como moverse y encontrar a los esclavos que mejor cumplan con sus exigencias. Así pues Princess Jenny le deja muy clarito que pueden ir de compras con ella, eso si, que él le compre todo no hace falta decirlo. Pero sobre todo, mantener una distancia. Puede disfrutar de la compañía de esta Diosa, vestida con unos zapatos espectacularmente sexy y un vaquero ajustado, pero por favor, no te acerques porque nadie puede ver que la gran Princess Jenny está con un matao como tú.
En algunos casos puede resultar realmente divertido poder ver a una chica dominandote en el apartado financiero. Algunas saben muy bien como hacer un ‘efecto yoyó’ que te ilusionas pero que enseguida te pone en tu sitio, demostrando que ella es la Reina y tu un pobre sirviente. Disfruta viéndola fumar y enseñándote esos pechos porque es lo máximo que te mereces. Si quieres más ya sabes lo que hay…
“Vamos a ver, inútil…¡eso es lo único que piensas darme? Menudo estas hecho. Con esa calderilla no tengo ni para irme a tomar algo. Esta tarde vienen mis amigas a buscarme y nos vamos toda la tarde de compras y por la noche de fiesta…Te vuelvo a preguntar: ¿realmente crees que con eso voy a tener suficiente? Con lo poco que me das lo único que te mereces es un lapazo en la cara. Si quieres que haga algo por ti…pues sí, puedo traerte algo de comer, para empezar, un cenicero lleno de colillas. La próxima vez piensatelo mejor antes de ofrecerme nada…”
Prometí volver a escribir sobre Lady Velvet y aquí la tenemos. No me cansaré de decir que esta diosa del fetish es espectacular. Con un vestido necgro pecaminosamente sexy, botas, medoas, guantes largos…es para hacer todo lo que nos diga sin quejarnos de nada. A eso se dedica la mayor parte del día, adiestrar pequeños esclavos que contactan con ella cada día para recibir su disciplina y ponerse a su disposición. Muchos de los que han tratado con ella han quedado tan satisfechos que repiten cada vez que se ven capaces de satisfacerla cumpliendo órdenes.
“Sé que estoy caliente y sexy. Me gusta dar una buena imagen de mi misma, aveces incluso, peco de perfeccionista. Por eso mismo me vas a soltar lo que tengas, porque tu no eres más que un esclavo para mí, y de ese dinero es que yo me pongo uniformes cada días más ardientes. Este víde se lo dedico a mis esclavos más fieles.”
“Escucha mi voz y mira el amuleto. Harás caso a todo lo que yo te ordene. Tu mente se vuelve débil gracias a mi hipnosis. Me traerás regalos regularmente cual títere manipulado. Éste es mi mayor arma el cual ni un solo hombre se puede resistir. Mira una y otra vez este vídeo y entrarás en mi hipnoterapia.”
“Me acabo de comprar una TV y unas botas preciosas…¿no crees? Me quedan super bien. Pero…¿de dónde crees que saco el dinero? ¡Es de mis esclavos! Sí, ellos me obedecen, me miman, me compran todo lo que les pida. Son unos perros encantadores. Siempre que los necesito están ahí. Que sigan comprando mis vídeos que yo seguiré luciendo lo que me compro con ese dinero.”
Olga nos explica lo que ha hecho con su último esclavo: “En primer lugar le dieje que se arrodillara. Después de sacarse la cartera, tomé en efectivo todos los billetes que tenia. No le deje ni uno, mientras iba contanto, solo tenía palabras de desprecio hacia él. Pobrecito mi esclavo, lo estuve humillando hasta que me quede harta de reír.”
