Esta belleza es una de esas Amas en el que no todos los esclavos tienen acceso a ella. En algunas ocasiones han llegado a tirar de prismáticos para espiarla, pero ella no puede ocultar su risa ante tales ignorantes. Lo único que podrán ver es a esta rubia sentada en un trono rodeada de súbditos que cumplen estrictamente con todas sus necesidades de complacerla día a día mientras ella les humilla. Sólo se le ve en la calle para ir de compras con el dinero que le dan sus esclavos financieros. Estos esclavos en ocasiones también le compran prendas de ropa para que ella se lo ponga, o bien, se va ella con alguna amiga de compras. Siempre en un papel de Dómina consumista.
